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¿Podría la psicoterapia con realidad virtual curar la depresión? Así se está probando en jóvenes

La depresión es una enfermedad cada más frecuente en todo el mundo entero. Concretamente en la actualidad se estima que la depresión afecta a 3,8% de la población, incluidos un 5% de los adultos y un 5,7% de los adultos de más de 60 años.

Eso significa que, a escala mundial, aproximadamente 280 millones de personas tienen depresión, señalan desde la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Lo cierto es que la depresión es una enfermedad que va más allá de las variaciones habituales del estado de ánimo y de las respuestas emocionales breves a los problemas de la vida cotidiana.

Este trastorno puede convertirse en un problema de salud serio, especialmente cuando la persona experimenta los síntomas de forma recurrente y con una intensidad moderada o grave.

Aunque a día de hoy existen tratamientos para paliar los síntomas de la depresión, es cierto que una gran cantidad de personas no son diagnosticadas o, si lo son, no reciben tratamiento alguno.

Cada vez los científicos investigan más con el objetivo de dar con un tratamiento eficaz y accesible para todo el mundo que pueda curar la depresión.

Pese a ser una enfermedad muy recurrente en toda la población de cualquier edad, la incidencia de la depresión es altamente preocupante en jóvenes.

Existen estudios que revelan que entre un 60-80% de los jóvenes muestran síntomas de depresión, incluyendo los diagnosticados con síntomas leves, unas cifras que podrían haber aumentado con la pandemia.

Según explica Adrián Montesano, profesor e investigador de los Estudios de Psicología y Ciencias de la Educación en la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), "en la mayoría de los casos los síntomas son leves”, pero es importante prestarles atención para que no se mantengan a largo plazo ni se agraven.

Recientemente varios investigadores, entre los cuáles se encuentra el mismo Montesano y el catedrático de la Facultad de Psicología y el Instituto de Neurociencias de la UB (UBNeuro), Guillem Feixas, han iniciado un ensayo clínico que examinará nuevas herramientas para intentar mejorar el tratamiento psicológico de los jóvenes.

En concreto el estudio analizará la utilidad de la llamada terapia de constructos personales en jóvenes de entre 18 y 29 años con síntomas leves o moderados de depresión.

El mismo estudio, que está financiado por el Ministerio de Ciencia e innovación, explorará si es más eficaz aplicar esta terapia junto con una aplicación nueva y pionera de realidad virtual.

Tal y como explica Montesano, "la terapia de constructos personales está especialmente centrada en cómo las personas construyen su realidad y el significado que dan a las cosas que les pasan y a las personas que les rodean".

En este caso, pese a que en las últimas décadas la terapia de constructos personales ha ido mostrando resultados positivos, ésta será la primera vez que se aplicará específicamente a personas jóvenes con síntomas depresivos.

Además, los expertos señalan que las aplicaciones de realidad virtual se han probado en terapias de exposición para tratar algunas clases de fobias, pero "esta es la primera vez que se investigará en el tratamiento de la depresión y como psicoterapia en general".

Según recalcan los investigadores, que lo que van a hacer a lo largo del estudio es comparar la eficacia de esta terapia con la de la terapia cognitivo-conductual, que es la que se considera como referencia y que se basa especialmente en las conductas observables.

En definitiva, la aplicación, denominada EYME, es un desarrollo pionero de la Universidad de Barcelona (UB) que, con una entrevista previa, transforma los significados y las personas importantes en la identidad en un espacio en 3D en forma de esferas y palabras, lo que permite "acompañar a la persona en un paseo por su mente, por su universo de significados y valores personales” y favorece la conversación terapéutica.

En este caso, creen que el tratamiento puede ser favorable entre la población joven, puesto que una de las claves es la implicación del paciente y este tipo de tratamiento puede resultar atractivo. Lo cierto es que los datos demuestran que los jóvenes suelen abandonar la psicoterapia antes de considerarse el tratamiento como completado.

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